23.12.11

colores

El día no estaría tan gris si mi ánimo no estuviese así de descolorido.
Ni siquiera tiene la mística de un sepia o del raro garabato de un artista.
Más busco los motivos y menos los encuentro en este tobogán de sensaciones.
Todas se van para abajo y luego, como en un juego, quieren tirarse de nuevo.
Espero en la vereda que alguien doble por la esquina con un color para mí.
Prefiero los tonos primarios para experimentar matices con algo de encanto.
No quiero más que reinventarme en las manos de un pintor que me descubra.

12.12.11

epístola al pasado

Hoy te busqué por ahí, quería saber cómo estabas. Y cuando te encontré supe que no hay nadie que no merezca ser feliz. Todos tenemos derecho a sonreír, a tener el espíritu tan lleno como cuando comemos una sandía. Pero inflarse el alma de satisfacción no es tan fácil como darle oxígeno a los pulmones, aún cuando las oportunidades son como el aire, están en todas partes.

Te vi feliz y por lo que te conozco, sé que esa foto no era una vidriera. Acaso tuviste que resignarte a algunas cosas para conseguir lo que quisiste, pero yo también perdí sueños cumplidos en el camino. Lo triste es quizás, que el fracaso todavía no se me hizo pasado como a vos, lo llevo conmigo aún cuando sé que haber avanzado juntos hubiese sido el verdadero fracaso. El error siempre está en el proceso, y no en el resultado.

Si fueras vos al que se te hubiese ocurrido espiarme, también me verías feliz. Lo estoy. Y si miraras con detalle mi foto sabrías como yo, que es auténtica. Jamás estuve tan segura de lo que he tenido, pero como la vida es una rueda, aquí abajo cumplo mi condena esperando que él tenga las mismas ganas que yo. Las ganas que no tuve antes, y que ahora no quiero que se me escapen.

Lo espero aunque me duela porque cuando el amor es muy grande el corazón encuentra motivos para latir. Sólo espero que él no deje que la rueda me aplaste, como en el pasado dejé hemipléjica a nuestra relación…dejé paralizado un lateral cuando me fui. Y sin embargo lo grandioso de todo esto, es que el amor me sostiene a su lado, aguardando cumplir algunos sueños más.

Sí, hoy cuando te vi supe que todos merecemos ser feliz. Tal vez cuando me encontré con tu sonrisa natural, te perdoné. Y supe que ya era hora, porque vos me habías perdonado hace mucho. Merecés esta felicidad y espero que multipliques la que tuvimos juntos y le sumes la que no pude darte. De verdad me alegra haberte visto feliz.

Si algún día sos vos el que me ve, imagino que sentirás lo mismo. Respiro cada oportunidad y me lleno con mucha sandía para seguir siendo feliz al lado de este hombre que el destino me ha dado. Sin dudas, aquella época nos tuvo que doler y tuvimos que resignar para encontrar la verdadera felicidad. Quizás de eso se trata.

21.11.11

deseo final

Cansado de pedir lo que ella no quería darle, dejó de desearlo.
Es que el deseo se termina cuando comienza el cansancio por intentarlo, en vano.

17.11.11

mis favoritos

Los que más me gustan, son los libros que están en blanco.
Aún cuando cueste dar la primera puntada sobre el renglón.

Es que es como en la vida, las decisiones son inseguras.
Sólo que en este camino es eso o el motor en automático.

Y prefiero pedalear, golpearme o sangrar. Pero sentir.

10.11.11

apropiación de lo ajeno (fragmento)

No, no me refiero a robar, a pedir prestado y no devolver jamás, a entrar en un lugar y no salir más. Quizás más bien sea una propiedad inversa, en donde el objeto toma parte del sujeto. Y en esos casos ni las artimañas legales podrían desprenderme de lo que ahora es mío por derecho de hecho. Adueñarse con los afectos, con la energía, con la convicción. A eso me refiero, a eso que me pasó con un lugar.

1.11.11

día a día

Cada lunes empiezo la rutina de pensarte y al viernes, cuando advertí que no alcanza para tenerte cerca, me asomo a la intimidad de tu cuerpo con los recuerdos. Los sábados escapo de mi realidad imaginando a dónde estarás, y los domingos son la antesala del vacío porque sé que en verdad nunca te tendré.

30.10.11

flotar

Contener la respiración debajo del agua, no. Prefiero flotar y hacer la plancha mirando al cielo, como me enseñó mamá.

24.10.11

el bar (el final)

Ya era hora de volver. Entonces Julia agarra su mochila, le da un beso en la mejilla a Lucas, un abrazo y sube al auto.
- No te vayas.
- Traeme como hasta ahora, haceme volver.
Lucas la mira, tan entera, tan mujer, quizás un poco más cerca. Julia vuelve a abrazarlo.Después toma la ruta, “caminos” piensa ahora. Mira por el retrovisor, atrás las sierras, un subibaja de montes achaparrados, Lucas en el medio. Vuelve la mirada, adelante, un camino prometedor.

23.10.11

heroína trunca

Jugué a ser heroína, pero de la cuna a la realidad hay un trecho de pragmatismo.
Siendo así sangran las heridas del cuerpo si caemos cuando el traje de semidios falla.
Y duele el alma cuando lastimamos a la víctima por no leer el manual de superpoderes.

Los héroes también tienen miedo a equivocarse, y anoche me equivoqué.
No te pido que me perdones por lastimarte en este acto de héroe infiel.
Sino que te ruego me tengas piedad por hacerte creer que podía ser heroína.

En mis ojos renace el brillo del amor desde este delicado error no justificado.
Mis superpoderes naufragaron en el lodo mundano, caí en la trampa del placer.
Tengo una nueva misión, lograr que te enamores de mí, desnuda de disfraces.

neolengua

¿Qué sucedería si nace una neolengua para los temas del alma?
¿Cómo serían entonces las miles de palabras del castellano?
¿Cuáles las supresiones y creaciones de significantes y significados?
¿Encontraríamos respuestas o simplemente no habría más preguntas?
Una lengua que escribió un novelista y que nació conmigo, en 1984.

17.10.11

me gustás

Ya no recordaba cómo era verte, y ahora que te veo recuerdo cómo me gustabas.
Y me gustás.

11.10.11

3.10.11

excepción

Hasta hoy que te vi, siempre dije que eras mi excepción.
Todo este tiempo creí que separarnos fue lo mejor para vos.
Pero cuando nos cruzamos, una luz te revivió la mirada.
Entonces entendí que vos también estás detenido en mí.
Quedaste prendido a mi vida, pero no como un preso sino libre.
Me convierto en un hito en la aburrida línea recta del tiempo.
Los locos somos así, llegamos al alma porque podemos verla.
Sí, quizás ahora que no cuidás a una loca estás más tranquilo.
Fue lindo conocerte y va a ser lindo recordarte, dijiste.
Y entonces supe que tus fotos más felices, fueron las mías.

el portazo

Cuando te acerques a la puerta, ¿vas a dudar como lo hicieron todos?
Cuando abras la puerta, ¿vas a preguntarte como los otros, si estás en lo correcto?
Cuando pases la puerta, ¿vas a creer como ellos que estás cometiendo un error?
Cuando cierres la puerta, ¿también vos vas a estar seguro que alejarte de mí ha sido lo mejor?

Si vas a irte, pegá un portazo. Quiero que el ruido del fracaso me aturda una vez más.

la mejor manera (de decirlo) - fragmento

Aún cuando adhiero a ese grupo de personas que ponen títulos a las situaciones, a las cosas, a las relaciones y hasta a los sentimientos. Aún cuando me he pasado la vida armando categorías y atajos para pasar a otras cuando algunas ya no me convenían. Aún cuando suelo construir inquebrantables estructuras mentales para definir lo que en realidad sucede en la piel. Aún así, no he podido acomodar mis ideas y sus conceptos esta vez. Sucedió anoche, pero lo noté esta mañana.
Anoche me caí de la cama, y junto a mi se cayeron los kilómetros andados durante todos estos años en la trama ascendente del tiempo. Y después del terremoto, una lluvia me dejó varada al principio de todo, como en esa canción que me cantaba mamá, de Witsi la araña (Witsi witsi araña tejió su telaraña, vino la lluvia y se la llevó). Sólo que esta lluvia, además, me borró el camino.
Los indicios que anteceden al complejo mundo de la incertidumbre, no se escuchan. Son anticipos silenciosos de lo que está por venir, el titubeo. La falta de certezas es como estar enamorado, estás perdidamente desconectado del mundo.
(...)

20.9.11

hoy sí

Hoy sí que fumaría.
El cigarrillo es ese compañero que hace daño con preaviso, pero que mata la soledad en silencio.
Hoy sí que fumaría.
Para que algo me haga más mal de lo que alguien me hizo, que al menos sea un dolor placentero.

26.8.11

los amantes y el tiempo

Si nos alcanza con vernos de noche, seamos pareja o seamos terceros.
Si abandonamos hábitos de uno para construir otras rutinas de a dos.
Si nos encontramos diciendo que lo intentamos una vez más, ¿hasta cuándo?
O si en una escena más triste pensamos en dejar de vernos, ¿para siempre?

A veces no es el amor, a veces se trata del tiempo.

22.8.11

censura

Es como cuando el doctor me prohibió la nicotina.
Más lejana la posibilidad, más cercana la urgencia.

Apuro de sentirte adentro, áspero y sucio como el propio humo.

Es paradójico, sos una bocanada de oxígeno en el costado rancio de la vida.
Pero tu condición adictiva hace daño, o al menos me duele necesitarte.

Tendré que inventar algún recurso para tenerte cerca desde lejos.

Suelo sentarme al lado de un fumador y disfrutar un cigarrillo sin tocarlo.
Mientras me pregunto si el amor al prójimo y el propio son excluyentes.

Esta noche obedecería al pecado por unas horas de tu sudor.
Esta noche gritaría hasta que vinieras a buscarme, de tanto necesitarte.

2.8.11

mezquinos

Será que el tiempo nos volvió mezquinos.
Para permanecer al lado y completarnos.
Para comer tostadas un domingo a la mañana.
Para estar juntos debajo de la ducha.
Para relajarnos de las heridas sin decir nada.

Será que el tiempo nos volvió mezquinos.
Y cambiamos los viajes por construir una casa.
Y nos acostamos en horarios distintos sin tocarnos.
Y nos despertamos sin mirarnos las caras.
Y aparentamos que podremos lograrlo.

Será que el tiempo nos volvió mezquinos.
Para admitir que adentro nos aguarda un veredicto.
Para salirnos de esa sala de espera.
Para admitir que el desamor decidió por nosotros.
Para mirarnos sin juzgarnos, porque ya pasó.

1.8.11

ida y vuelta

Prendo la luz, me cuesta abrir los dos ojos.
Miro hacia abajo para buscar las pantuflas.
Camino hasta el baño, me saco algo de la modorra.
Entonces me encuentro, a mí y a mis arrugas.
Abro la puerta y salgo, después volveré a abrirla.
Se pasa el tiempo como se pasan las nubes.
El cielo tiene estrellas, la tierra personas.
El cerrojo que gira indica que estamos de vuelta.
Vuelvo a encontrarme, a mí y a un gesto de más.
Camino hasta el baño, me saco el peso de las horas.
Miro hacia arriba para buscar respuestas.
Apago la luz, me cuesta conciliar el sueño.

25.7.11

malabares y (auto)estima

Hasta anoche, creía fehacientemente que mi pupo y yo, podíamos conseguir lo que quisiéramos. Pero a mi pupo le dio una hernia tratando de sostenerme, y entonces se deshidrataron mis ojos.

24.7.11

onomatopeya del silencio

Siento un murmullo adentro. Retumba afuera y mis oídos aturdidos buscan el silencio.
Callate. Quiero descansar un ratito, quiero pensar la mejor manera para continuar.
Es un disturbio de escenas. Un zapateo que me separa de algún camino más tranquilo.
Me alcanza todo el resto, sólo sin bullicios. Es que cuestan los abrazos entre tanto ruido.
Cualquiera que sea la onomatopeya del silencio, necesito que el mundo se enmudezca.

6.7.11

tango

Le dejé en claro que me marchaba sin escándalos.
Nunca sabemos en qué otra milonga volveremos a encontrarnos.

2.7.11

maría la paz, un paso pa' atrás

Démosle música a este vaivén
Hicimos marcha atrás
Pero cuando pongamos primera,
importa poco cuán empinada sea,
no habrá cuesta que no podamos ascender.

27.6.11

anteojitos (diario La Voz del Interior)

Él está en el rincón de esa oficina masculina a donde cada vez que ella ingresa, todas las miradas se detienen en su pelo revoltoso, en sus brazos, en su espalda, en sus piernas y en lo que hay entre estas dos partes. Y eso que su cuerpo no es un precipicio hacia la belleza. Será quizás que detrás de ella se mueve un Cupido buscando ansioso al hombre indicado que fijará la mirada en el punto exacto.

Él está en ese rincón que es como un codo. Escondido en ese espacio, sin embargo, la mira a través de sus anteojos muchas más veces que el resto de los hombres de esa oficina, porque desde ese ángulo la ve pasar cuando ella camina por el pasillo. Va y viene, con los ojos de él, por ese largo y angosto pasadizo que solamente conduce al deseo implacable de ese hombre de anteojos que la anhela y que no sabe si algún día la tendrá. ¿Cupido no se habrá dado?

Y ella entra, da un vistazo rápido al escenario y muy velozmente, por el rabo del ojo, encuentra esos anteojitos que nunca sabe si la están mirando. Parecerían ser cuatro ojos y sin embargo, no sabe si alguno le pertenece. Mientras tanto Cupido avanza, ansioso, por esos rostros pegajosos que se prenden a su cuerpo pero que nunca se detienen en el lugar preciso.

Para seguir restando flechas al heraldo, ella se detiene un par de veces al día, en un escritorio o quizás dos, para resolver las mismas cuestiones operativas del trabajo diario. Y ese escritorio nunca es el de anteojitos. Fulano o Mengano responden a sus preguntas y resuelven sus cuestiones con la premura de un hipnotizado. Y ella, hasta torpe, sale dialogando con Cupido sobre los motivos del asombro masculino en esa oficina: siempre está despeinada, fuera de moda, ojerosa y camina como pueblerina. Y Cupido responde que es la luz, un aura que se ha vuelto hasta inservible porque el príncipe no aparece.

Ese martes, colgada de la realidad más material, apurada y arrebatada como siempre, entra fugazmente a la oficina y ni Fulano ni Mengano estaban para solucionar sus problemas laborales. Entonces se detiene en el medio de la oficina, rodeada por escritorios que son como cuevas de buitres al acecho. Lanza una pregunta abierta para que alguien le responda y, desde ese rincón que se parece a un codo, anteojitos responde detrás de esos vidrios y resuelve el acertijo. Entonces ella agradece y gira para salir. De repente se le cae una hoja y cuando voltea para alzarla, él se había sacado los anteojos. Y fue como si a Cupido le hubiese picado la espalda, da la vuelta para rascarse y encuentra esos ojos verdes que la miran, no a ella, sino a su aura. Cupido, maravillado, dispara su flecha. Un nuevo amor está por nacer. Y en ese segundo exacto, ella dice: “la hoja que se me cayó es el telegrama de renuncia”.

14.6.11

preservarte

Anoche nos quitamos tantos besos
Y dolió como el mismísimo esfuerzo
Pero ese último abrazo sana la penuria
Con la certeza de tenerte cerca.
Para siempre.

nosotros dos (fragmento)

Hemos ido a tantos bares y siempre pedimos copas para tres. Nosotros dos y lo que no podremos ser.

10.6.11

palabras al enemigo

Son tan fuertes las emociones que estas personas que me aman y que amo me hacen sentir
Es tan maravillosa la magia que me inyectan para seguir creyendo en algo, que no sé qué es
Es tan solemnemente real el sentido que le dan a mi vida, que las explicaciones no hacen falta.

Las palabras que sobran, que son casi todas, se las regalo al enemigo.
Porque tendrá cómo usarlas, porque tiene todos los dedos libres para escribirlas. En cambio mis dedos, cuentan los logros en mi historia: las personas genuinamente leales, las que te hacen vivir.

Las palabras al enemigo son las que sobran, que son muchas, que dicen tanto y que no sienten nada.

27.5.11

retirarse a tiempo

Es como cuando la mochila te pesa demasiado
O como cuando necesitás agua si trotaste mucho
Y si no parás, alguna parte del cuerpo lo reclama
O es la espalda la que de tanto peso dice basta
Retirarse a tiempo, el punto es cómo saberlo
Porque si la vida son ciclos que se abren y se cierran
Hay un momento para entrar y otro para salir
Demorarse es como meter el pie en un charco
Te ensuciaste uno y después para emparejar el otro
La culpa, el miedo, la ansiedad, la angustia ¿Y la paz?
Salirse antes es haber vivido relajados en el durante
Y si los finales son inevitables, prefiero los elegantes
Retirarse a tiempo es conservar una garantía
Porque quizás volvamos a entrar, para siempre.

14.5.11

lo que quedó de vos

Tu sombra caminando por los pasillos de mis arterias
Tu sonrisa impresa en la pared de mi corazón
Tu olor en los costados de los orificios de mi nariz
Tu imagen estampada en el centro de mi mente
Tu mirada almacenada en la memoria de mi retina
Tus palabras retumbando como eco en un oído
Tu huída ignorando los gritos para que te quedaras
Tu vida adentro de la mía hasta la eternidad
Lo que quedó de vos, en mí y para mí

9.5.11

invitación a mi desencanto

Que mis silencios no te aturdan
Que mis ausencias no te asalten
La ignorancia cuando paso al lado
es el miedo de dejarte atrapado
en este círculo vicioso que soy,
y que pocos convierten en virtuoso.

Si nos vemos pronto y me seguís
Si nos vemos lejos y me reconocés
Si así como me ves, te encantás,
habrás podido amarme en mi desencanto
y quedarte con lo que tengo para darte.
Estás invitado.

8.5.11

esa escena

Un bar, cualquiera.
El cortado de siempre.
Mi reflejo en vos y el tuyo en mí,
las dos prendiéndonos un cigarrillo.
Alrededor las luces se apagan,
un reflector nos enfoca de cerca.
Silencio.
El diálogo comienza en nada
y termina en un paradigma.
Debieras saber, ahora que el tiempo pasó
Que recordar esa escena
es la gasolina para esta máquina
que se levanta cada mañana un poco cansada
de ser parte de la rutina burguesa.
Un bar, cualquiera.
Eso alcanza amiga para tener cerca.

7.5.11

todo

El universo puede caerse afuera, entero
Y yo estaré al lado o sosteniendo tus hombros
Para que hagas girar el mundo como quieras
A la velocidad y con la intensidad que elijas
Y para el lado que lo lleves, voy a seguirte

Todo, todo el universo puede desmoronarse
Que te daré todo, todo para que lo sostengas.

30.4.11

hilacha

Esta mañana te vi desde lejos sentado en una esquina del barrio llamado Perecedero
Tenías la mirada fija en un punto que yo no veía desde que transito la calle llamada Olvido
Y ahora verte, aún a la distancia, me ha dejado en la rotonda llamada Desconcierto

El traje que nos poníamos cada vez se fue deshilachando con la pobreza de compromiso
Nos vestíamos de pasión desde lo excitante de un plan prohibido y peligroso
Y la negligencia fue tirando de la hilacha que hizo desaparecer hasta la última fibra

Al principio rehabilitamos el corazón de la rutina, del cansancio, del olvido para maravillarnos
Después, con la gimnasia de los encuentros fuimos fortificando los músculos y creciendo
Hasta que la fantasía sufrió un esguince y se nos murió cuando envejecimos en amor

Ahora que te veo, desde lejos y sin que el ritmo cardíaco se altere o los ojos se iluminen
Tengo la certeza de que si las relaciones no se reinventan fallecen como hojas de otoño
Y daré la vuelta a la rotonda, pasaré por la esquina, te saludaré y continuaré en mi dirección.

27.4.11

aeropuertos y hospitales (fragmento)

¿De qué se disfraza la espera? Es paradójico que lo que significa estar detenido en el tiempo, movilice tanto (…) La espera invade el tiempo, lo paraliza y toma el cuerpo. Y desde otro lado salen las energías, las expectativas buscando un giro que calme la ansiedad, el miedo de que eso jamás llegue o de lo que viene, lo incierto haciéndonos vibrar en espiral. Y nosotros estamos ahí, en una silla pública y común que sostiene todas las extremidades moviéndose: una sala de espera. Es ahí donde se dirime el futuro.

3.4.11

accesorios

Mamá, papá, hermanos y el resto de la familia; mis amigas de siempre y alguna que otra profe del cole, sin contar a la vecina madraza. Todos ellos han hecho de mí un objeto estable en el medio de un cristal indestructible. Pero los que viven de envidias, los jefes y los infieles se me volvieron enemigos tratando de derribar a huevazos el muro invisible.

Quedé herida de guerra entre tanto zangoloteo hasta que un equipo de llamados profesionales terapéuticos trabajaron duro para construir una silla de ruedas. ¡La puta que demoraron! Fueron muchos años y en uno casi me pierden.

Ahora que cada tanto salgo a correr para mover los músculos acalambrados de tanto estar ahí quietecitos, o que a veces me traen en muletas, ahora, es que me dedico yo también a fabricar de vez en cuando algunas sillas de ruedas. Pero sólo a personas que me atraen por un motivo que puede ser tan razonable como fortuito. Entonces me detuve un rato en vos, al menos un ratito dejame sentir que hice algo de lo que vos hiciste por mí.

palabras

Lo que sucede es que he aprendido a tragar saliva para no hablar, a fingir papeles protagónicos, a darme por vencida ante corazones mañeros, a apartarme de las fantasías. Pero lo cierto es que no he sabido, no he podido y no he querido, vivir sin las palabras, sin escribir. Simplemente, porque no lo he aprendido.

el rulo rebelde (fragmento)

Eso que queremos ocultar. Eso que queremos dejar de mostrar o, por lo menos, eso que queremos que los demás no vean. Eso que no queremos pero que está ahí siempre, intacto. Porque lo que es ajeno, desaparece en algún momento. Pero lo que es propio, se lleva para siempre, como un sello de lo que jamás podremos dejar de ser.

20.2.11

2005-2010

En la mañana, cada día de estos tiempos, te miro respirar despacito y pregunto cómo es qué fuimos cobardes e ignorantes. Hace un par de años atrás al cruzarnos en los pasillos universitarios, ¿torcimos el destino o lo enderezamos?

Me mirabas de lejos, te esquivaba de cerca. Solos los dos, en la vida y cada uno en una punta dejamos transcurrir nuestras historias y sus recovecos.

Un par de años, cinco o algo más, son un buen número para volver odiosas las cosas que nos restamos con nuestros pasos errados, desde los gritos hasta los besos.

Pero ahí, en el pasaje perfecto entre tu cabeza y tu hombro (tu cuello), exhalo despacio la resignación por los minutos que no te tuve, y eso justifica tenerte para siempre.

Esta noche de luna azul y cielo blanco con estrellas transparentes, una noche que promete ser románticamente (cursi) única, te propongo un pacto: acompañame que quiero seguirte.

7.2.11

nombrarte

Sin tan sólo pudiera nombrarte hoy que soy una persona bordada por destino.

Travestis (identidades).
Travesaños (bordes).
Tranvías (viajes).

Travestis
No soy lo que me ven ser pero tampoco soy lo que no quiero ser. Aspirando polvillos con gérmenes inquietos, olfateando por los suelos partículas extranjeras arrastradas casualmente por un par de pies ajenos, para creer que al menos así puedo ser otra cosa diferente de la que soy.

Travesaños
Sentarme con vos al lado de la esquina es llegar a ninguna parte. ¿Cuándo aprenderé a tomar direcciones? Aristas inservibles. Irreversibles. Soy la mitad de mi cuando dejás de ser el cordón de mi vereda, cuando los párrafos se desdibujan del renglón.

Tranvías
Re-correr. Andar circuitos enredados tan sólo hilvanados. Soy un pasajero que va sin quedarse, i r y volver. Porvenires difusos, fotos desteñidas, mi rostro sin rasgos. Si no hay tiempo tampoco hay espacio, ¿cómo saber entonces a dónde ir?

Ostentamos con palabras escenarios ficticios. Nos conformamos con silencios y otra vez, me quedo sin nombrarte. Con suspiros que ya no tienen aire, que no reviven las cenizas de lo poco que nos queda sobre lo mucho que tuvimos.

Si tan sólo pudiera nombrarte, destaparte, descolgarte.
Para traerte, tocarte, hablarte.
Si tan sólo no fuéramos travestis, travesaños, tranvías.

5.2.11

cobardes

Sólo se me ocurre decirte que ojalá fuésemos lo suficientemente valientes para ser libres en el reverso pecaminoso de las mentiras que nos amparan, (y que es) la verdad. Si la verdad no nos hiciera pecadores, quizás nos haría libre.

20.1.11

1 - 2

Hay historias que son de uno, y terminan en dos.
Y hay historias que son de dos, y terminan en uno.

3.1.11

casita de cartón

Paso una foto detrás de la otra y son los días que vivimos en un almanaque
Sí, fueron muchos los paisajes, tanta la gente y bastantes los momentos
Me detengo en detalles, tu postura o la mirada persuasiva que me enamoró
Te encuentro en un viaje, en la cama, en el escritorio, en la cocina, en mi vida
En cada retrato estás como solamente yo te conocía, tan vos y tan real
Sí, quizás debería haberme ido antes o finalmente haberme quedado para siempre
Y ahora cada tanto cuando la soledad me aprieta me pregunto si hice bien
Los dos éramos la foto de la familia aburguesada con la vida cotidiana solucionada
Y vos trabaste los accesos hacia el abandono, todas las salidas y aún así escapé
Apostaste a lo que tantas veces quisimos pero que para mí, no era con vos
Y ahora cuando camino en la mañana y en la noche la distancia hasta mi casa
Me pregunto si la soledad era el precio de dejarte con el sueño de la familia
Vos estás ahí y yo sigo acá, esperando que alguien pose en esta foto que es mía
No sé si hubiese sido más feliz en la casita de cartón, con vos y con mi ficción
O así, luchando contra el destino para demostrarle que puedo ser dos
Quizás ahora me toque a mí trabar salidas para ser finalmente, sólo la foto y yo

1.1.11

renuncio porque prefiero

Renuncio a la instalación fabril productora de palabras que es mi insomnio
Renuncio a la suma diaria de alimentos ingeridos que contabilizan calorías
Renuncio al té de tilo, al cigarrillo y al encuentro nocturno con el monitor
Renuncio a las mañas de la puerta abierta, lo bohemio y lo desordenado
Porque prefiero…
Dormir abrazada con vos
Comer en la misma mesa
Escribir la historia juntos
Convivir con tus mañas
Quiero regar las plantas por la noche y limpiar el baño los domingos temprano
Pero sólo con vos
Quiero mancharte la camisa con un helado de crema y plancharte el pantalón
Pero sólo con vos
Quiero ir más lejos o más cerca porque no importa la distancia hacia el destino
Pero sólo con vos
Quiero vivir los años que me quedan ganando y perdiendo lo que está escrito
Pero sólo con vos