3.4.11

palabras

Lo que sucede es que he aprendido a tragar saliva para no hablar, a fingir papeles protagónicos, a darme por vencida ante corazones mañeros, a apartarme de las fantasías. Pero lo cierto es que no he sabido, no he podido y no he querido, vivir sin las palabras, sin escribir. Simplemente, porque no lo he aprendido.

No hay comentarios.: