3.12.06

perlas de ocasión














He perdido ya en alguno de esos recovecos de suelos áridos mis perlas de ocasión, porque estoy en este momento con la sensación más frívola que se puede encausar como un río con envión adentro de mi cuerpo.

Ahí va el agua, arrastrando todo lo que a su paso encuentra. Se lleva mis sueños, se lleva los minerales de este suelo que alimenta raíces nacidas y por nacer. Y la puta que se equivoca la gente. Y lástima que yo también de vez en cuando soy gente.

Lloro, como siempre pero con la particularidad de hoy, de esta mañana de finales de agosto, yo lloro. Lloro por lo que podría ser o por lo que soy, lloro porque hay afuera gente que asigna con varitas que no son mágicas qué lugar debe ocupar cada uno.

Al carajo con todo, al carajo con el esfuerzo, al carajo con levantarse cada mañana con la tremenda responsabilidad encima de tener que crecer, de tratar de ser mejor, de esforzarse. ¿Esfuerzo dije? La puta madre que todo eso es una gran mentira, palabra portadora de virus sin significados.

Qué ganas de fumar, de fumar y esfumarme en ese humo que exhale. Ya no quiero, siento que ya no quiero estar en donde tanto quise estar, es otro de esos paisajes que se volvieron otoño, que se destiñeron en el ambicioso juego de pertenecer a añoranzas de veranos, otoños cobardes que no sólo no pudieron regresar a ser verano sino que no resistieron los inviernos.

Ya no quiero estar ahí, ahí donde te juzgan, ahí donde se creen dueños de verdades absolutas, ahí donde parece que puedo recibir el abrazo que ahora se asemeja a una cachetada. Entonces al carajo con todo, y como profesan las historias religiosas, acá les pongo mi otra mejilla para que me cacheteen como más les plazca.

A la mierda, me cansé, me voy a prender un cigarrillo, me voy a contaminar por dentro y también por fuera. Ya no me importa lo que venga, me importa lo que soy. ¿Para qué tanto esfuerzo? ¿Qué creyó mi maestra cuando me dijo que había que esforzarse? ¿Qué quiso enseñarnos? ¿Acaso la manera más cruel de pegarse la cabeza contra la pared? ¿Una suerte de auto flagelo?
A la mierda…

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