3.12.06

el Soldadito de Plomo y yo


La vida se me va en el tiempo que me lleva practicarla. La gacela muere cansada y la tortuga se encuentra al final con la muerte, a duras penas. ¿Qué sienten en los extremos excesivos de sus conductas? ¿Cuál es el ritmo? ¿Quién ser, qué y cómo hacer?
Somos sujetos pasivos con ritmo acelerado que corremos y nos agitamos en busca de una presa. Las expectativas nacen con el sol y mueren con él en el ocaso ineludible. Pero las expectativas no contienen. Nos condicionan.
Relaciones humanas: entramado de cables sin orientación, energías desperdiciadas. Relaciones humanas que convocan al tedio de un ejercicio con memoria pero sin identidad. Pareciera que no podemos representarnos como personas, porque en las relaciones humanas se disuelve toda posibilidad de identificación.
¿Qué significa dar en el blanco? ¿Qué es la puntería cuando el punto de fijación es un móvil? ¿Qué lenguaje crear para comprender la relatividad de la realidad? ¿Dónde están los ejes de la rueda perpetua? ¿Cómo orientar perspectivas?
Quiero un tranvía sobre rieles herrumbrados que me conduzca a la repisa del Soldadito de Plomo, para suplir la ausencia de su pierna, para sentirme útil, para ser dos en el reverso de la nostalgia. Juntos, el Soldadito y yo, muñeca pepona con aires de princesa, detrás del vidrio de una repisa añeja con olor a olvido, combatimos a la soledad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta como escribes. Parece que últimamente estamos atacados por la melancolía, será resultado del invierno que vivimos, fuera y dentro de nosotros mismos.

Sentirse útil, necesitado, apoyo de otros y a la vez saber que ellos estarán ahí para apoyarnos cuando les necesitemos... creo que es parte de la angustia y la lucha diaria. Cuando hay demasiados sentimientos en el corazón y se nos quedan cortas las formas de expresarlos. A los de nuestro alrededor o a una persona en concreto.

Y sí, siempre sirven de algo las palabras. No dejes de decirlas, ni de escribirlas.

Besos.

Luisa dijo...

Ojalá siempre, encuentre un motivo para escribir. En todos estos años, este es uno de mis textos favoritos.
Gracias por pasar por aquí. Muchas gracias!