- Los remiendos del amor se descosen a sí mismos cuando el futuro está huérfano de hilos.
- Ordinario amor, eterno tejendero inexperto, cuya obra no resiste el paso del tiempo, afloja sus costuras, se deshilacha, se pierde.
- ¿Tejendero?
- Tejendero, me gusta esa palabra.
- No existe.
- ¿Y acaso el amor existe?
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